El nombre de la vivienda, «La Isla», se debe a la ubicación de la parcela, rodeada en todo su perímetro por calles.

En este proyecto, la propiedad planteaba la construcción de una vivienda para segunda residencia, cómoda y con buena orientación.

Además, se buscaba que la vivienda fuera ampliable, ya que debía poder albergar a amigos además de las cuatro personas que componen la familia.

Dada la parcela, que contenía una gran cantidad de arbolado, se diseñó una vivienda en forma de «L», adaptada a los espacios libres entre los árboles. Esto permite captar el mayor soleamiento en invierno y aprovechar la sombra natural de los árboles en verano, integrando la vivienda con el entorno.

La vivienda consta de dos alas:

• Zona de día: Incluye el salón-comedor con cocina abierta y salida a un porche orientado al mediodía.
• Zona de noche: Cuenta con tres dormitorios y dos baños, uno de ellos en la habitación principal tipo «suite», con orientación a levante.

Para la futura ampliación, se diseñó una planta alta abuhardillada, que quedó en bruto al finalizar la construcción, permitiendo su acondicionamiento cuando sea necesario.

También se consideró la accesibilidad, asegurando que la planta baja sea apta para personas con movilidad reducida.